Una de las principales enfermedades durante el embarazo es la preeclampsia. No en vano los trastornos hipertensivos durante el embarazo son los responsables de más del 20% de las muertes de embarazadas en América Latina, según datos de la OMS. Por ello es tan importante saber qué es y cuáles son sus riesgos para poder prevenir complicaciones.
¿Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia es la hipertensión arterial que ocurre durante el embarazo. Se habla de una tensión arterial mayor o igual a 140/90 mmHg, dependiendo del valor que manejes antes del embarazo. Puede causar daño a nivel de los riñones o en el hígado y otras alteraciones que pueden ser potencialmente mortales para ti o tu bebé.
Suele iniciarse después de la semana 20 de embarazo, pero se manifiesta con mayor frecuencia en el tercer trimestre.
¿Quiénes están en mayor riesgo de desarrollarla?
No todas las embarazadas están en riesgo, pero si presentas alguna de estas condiciones, debes estar más atenta:
- Antecedente familiar de preeclamsia
- Embarazo múltiple
- Ser menor de 20 años o mayor de 40 años
- Obesidad
- Síndrome de ovario poliquístico
- Fertilización in vitro
- Hipertensión arterial o diabetes tipo 1 o 2 antes del embarazo
- Primer embarazo
¿Cuáles son las complicaciones de la preeclampsia?
La mayoría de las mujeres con preeclampsia desarrollan sólo síntomas leves que se pueden manejar con cuidados en la dieta o vigilancia de la tensión arterial. Suelen evolucionar satisfactoriamente y llegar hasta el final del embarazo, aunque a la mayoría deberá practicársele una cesárea para evitar aumentos excesivos de la tensión arterial durante el trabajo de parto.
Cuando la preeclampsia se manifiesta desde muy temprano en el embarazo suele presentar mayores complicaciones. Uno de ellos es daño a nivel de los riñones alterando su correcto funcionamiento.
También puede hacer que disminuyan los niveles de plaquetas en sangre, que son las responsables de la coagulación sanguínea; alteración en la función del hígado, lesiones en los pequeños vasos sanguíneos de la retina, causando alteraciones visuales o, complicaciones a nivel cerebral que puede generar convulsiones, a esto se le llama eclampsia.
Las complicaciones de la preeclampsia empeoran cuando se retrasa el diagnóstico o tratamiento, lo que conduce a consecuencias muy graves y hasta mortales para las mujeres y sus bebés antes, durante y después del nacimiento.
¿Y cuál es el riesgo para mi bebé?
Tener la tensión arterial alta durante el embarazo hace que no llegue suficiente sangre a la placenta, por lo que tu bebé recibe menos oxígeno y nutrientes, teniendo riesgo de bajo peso al nacer.
Si la preeclampsia se agrava cuando aún es un embarazo muy temprano y no se puede controlar con medicamentos ambulatorios o a nivel hospitalario, la única forma de hacer que se disminuya la tensión arterial es haciendo que tu bebé nazca.
Para ello se realizará una cesárea de emergencia por lo que, si tu bebé está en una edad muy temprana, requerirá cuidados en Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica y las complicaciones que tendrá dependerán de la edad gestacional que tenga al nacer.
¿Puedo prevenir la preeclampsia?
Hay algunas acciones básicas que puedes hacer para evitar su gravedad o detectarla a tiempo, pues aún no se sabe con exactitud cómo se evita del todo.
Asiste a tus controles prenatales con frecuencia y realiza los exámenes de rutina que te ordenan. Sigue las indicaciones sobre una dieta balanceada y buenas prácticas de ejercicio que te den tu Enfermera o médico tratante. Ten muy presentes los signos de alarma para preeclampsia para que puedas acudir a tiempo a urgencias y que te den tratamiento oportuno.
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Y recuerda compartir esta información con muchas otras embarazadas. Si a ti te sirvió, imagínate lo que puedes hacer por otras mamás.