La diabetes gestacional es la elevación de la glucosa (azúcar) en sangre durante el embarazo. Aparece después de la semana 20 de embarazo y suele pasar después del parto. Aunque algunas mujeres pueden continuar con el azúcar alta meses después de dar a luz.
Normalmente cuando comemos, el sistema digestivo descompone los carbohidratos en glucosa para ser almacenada en las células y ser nuestra fuente principal de energía. Este almacenamiento ocurre gracias a la insulina que es una hormona que segrega el páncreas.
Durante el embarazo, los cambios hormonales por los que estás pasando, hacen que las células no respondan bien a la acción de la insulina. Esto hace que no se almacene la glucosa y ésta queda flotando en la sangre, haciendo que sus niveles se eleven y produciendo así la diabetes gestacional.
¿Cómo se detecta?
Entre la semana 24 a 28 de embarazo debes realizarte la Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa (PTOG), que no es más que una toma seriada de glucosa en sangre después de consumir una carga controlada de glucosa.
En ésta prueba te van a tomar una muestra de sangre en ayunas, posteriormente debes beber un vaso de un jugo muy dulce que tiene 75 gr de glucosa. Luego, a la hora y a las 2 horas te tomarán nuevamente muestras de sangre para verificar los niveles de azúcar.
Normalmente la glucosa en ayunas debe estar más baja que después de haber tomado la carga de glucosa, teniendo un pico a la hora y volviendo a sus niveles normales a las 2 horas. Si se mantiene el azúcar alta posterior a las 2 horas, o si está más elevado que lo normal en las anteriores tomas, se diagnostica la diabetes gestacional.
Para esta prueba debes tener presente ir en completo ayuno, estar todo el tiempo que dure la prueba acompañada, ya que es común que ten den náuseas y mareos. Eso sí, procura no vomitar después de tomar la carga de glucosa ya que se daña la prueba y deberás repetirla.
¿Qué complicaciones trae?
Cuando tienes diabetes gestacional la glucosa que tienes en exceso en la sangre atraviesa la placenta, haciendo que lleguen a tu bebé cantidades muy altas de azúcar. Éste exceso de azúcar hace que tu bebé lo almacene en forma de grasa, por lo que los bebés de madres con diabetes gestacional, mal controlada, suelen ser bebés muy grandes (pesos al nacer de >4500 gr).
Los bebés muy grandes pueden traerte complicaciones al momento del parto ya que no va a ser fácil que pasen por el canal vaginal, así que lo más seguro es que te realicen una cesárea. Además, deben hacer controles muy detallados de tus niveles de azúcar y los de tu bebé posterior al nacimiento, ya que los niveles altos pueden perdurar.
¿Cómo evitarla?
Afortunadamente la diabetes gestacional se puede prevenir y tratar adecuadamente, en caso de que se detecte. Lo principal es que tengas buenos hábitos alimenticios (no excederte en el consumo de azúcar refinada y mantener una dieta balanceada).
También practicar ejercicio regular te ayudará a gastar el exceso de glucosa y hacer que tu elevación de peso en el embarazo no llegue a ser peligroso. Con que al menos 3 días de la semana camines, nades o practiques yoga prenatal será suficiente.
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