Ya debes estar conciente que el cigarrillo y el alcohol, al igual que las sustancias psicoactivas, son hábitos en el embarazo perjudiciales para ti y peores para tu bebé.
Seguramente has leído artículos o has escuchado que sus complicaciones pueden ser problemas con el desarrollo de tu bebé, parto prematuro, aborto, entre otras.
Pero de éstas no te quiero hablar hoy. Hoy te quiero hablar de aquellos que, pareciendo inofensivos, puede estar afectando tu embarazo y a tu bebé.
1. Tomar café
Nada más placentero que disfrutar de un buen café en la mañana. En muchas ocasiones tomar café nos ayuda a reponernos de una noche de mal sueño.
Sin embargo, en el embarazo te recomiendo que prefieras otras técnicas para mejorar tu descanso y vitalidad. Opta mejor por dormir mínimo 8 horas al día, practicar una buena rutina de ejercicio relajante como lo es el yoga prenatal y tener unos buenos hábitos alimenticios.
El consumo de café de manera constante y en grandes cantidades (2 tazas al día) se relaciona con mayor riesgo de aborto, bajo peso al nacer y parto prematuro.
Y no sólo me refiero al café, sino la cafeína como tal, que puedes encontrarla en algunos tés, en las gaseosas negras o en las bebidas energizantes.
Estas últimas no las vayas a consumir por ningún motivo. El contenido de cafeína y otras sustancias estimulantes es tan alto que pueden hacerle mucho daño a tu bebé.
2. Comer por dos
¿Eres de las embarazadas que creen que debe comer por dos?
Es cierto que la buena alimentación es clave vital para el sano crecimiento y desarrollo de tu bebé. Pero una alimentación balanceada que incluya verduras, frutas, legumbres, proteínas, fibra, líquidos y algo de harinas es suficiente.
La porción debe ser una porción normal para una persona adulta, sin excesos que te perjudiquen. El aumento de peso durante el embarazo debe ser aproximadamente 9 a 14 Kg. Si este aumento es mucho mayor y llegas a tener sobrepeso u obesidad, corres mayor riesgo de tener diabetes gestacional.
Esto se traduciría en mayor riesgo de que tu bebé sea de mayor tamaño, lo que seguramente implique la realización de una cesárea. Pueden alterarse los niveles de azúcar en sangre de tu bebé; sumado a las complicaciones posteriores para ti derivadas de la diabetes gestacional.
3. Estar a dieta
Si en el punto anterior el mal hábito era comer de más, en este punto el mal hábito es comer de menos. El embarazo nunca es un buen momento para empezar una dieta extrema.
Tu bebé necesita que le des todos los nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo. Tú también necesitas alimentarte muy bien para poder suplir las necesidades energéticas que se dan al tener a un bebé en crecimiento dentro de ti.
Ese trabajo que hace tu cuerpo durante 9 meses debe tomar el combustible necesario para poder llegar a la meta final y continuar por el camino largo, pero satisfactorio que es ser mamá.
Si el caso tuyo es que comenzaste el embarazo con algunos kilos de más, realiza un plan de alimentación con tu nutricionista y procura llevar una buena rutina de ejercicio.
4. El estrés
Estar estresada constantemente afectar ciertas funciones corporales que no son adecuadas para tu embarazo. Estos estados de alerta excesivos pueden hacer que tu pulso se acelere, tu presión sanguínea se eleve, tus niveles hormonales se alteren y tu sistema inmunológico no funcione como deberían.
Parto prematuro, aborto espontáneo, bajo peso al nacer e incluso problemas con el desarrollo intelectual de tu bebé, son algunas de las complicaciones que se han detectado en madres con altos niveles de estrés.
Muchas veces estos niveles altos de estrés son ocasionadas por el propio embarazo, conflictos familiares, discusiones con la pareja o problemas en el trabajo.
Por eso es importante que te aísles momentáneamente de cualquier fuente de estrés. Si este es tu caso, te recomiendo que te tomes un tiempo de descanso y pausa. Tu cuerpo y tu bebé lo agradecerán.
5. Llevar una vida sedentaria
El embarazo no es ningún impedimento para que lleves una vida activa y en movimiento. Hacer ejercicio durante el embarazo es algo positivo para mantener tu buena salud y la de tu bebé.
Debes tener en cuenta el nivel de riesgo de tu embarazo para saber los ejercicios que te sean más recomendables y no realizar alguno que te pueda lastimar. En tu consulta médica o en tu curso psicoprofiláctico te pueden orientar sobre tu caso en particular.
Durante el embarazo se recomiendan los ejercicios cardiovasculares como caminar, bailar o practicar yoga por al menos 30 a 40 minutos al día. Además de mejorar tu estado físico, también te prepararán para el parto.
El primer paso para tener un embarazo saludable y un recién nacido en las mejores condiciones lo das tú.