El monitoreo fetal es una prueba que se realiza desde el exterior del abdomen para verificar los cambios en la frecuencia cardíaca de tu bebé, en relación con sus movimientos dentro del útero y con tus contracciones uterinas.
Su uso más común es a nivel clínico durante el trabajo de parto activo, pero hoy hablaremos más específicamente, del monitoreo fetal que se hace en las últimas semanas de gestación, entre las semanas 36 y 39 de embarazo.
¿Cómo se realiza el monitoreo fetal?
Este monitoreo lo realizará una enfermera en la clínica o en el hospital. Su duración es entre 20 a 30 minutos. Es un procedimiento indoloro que realizan desde el exterior de tu abdomen.
Vas a estar sentada con las piernas un poco elevadas en un sofá muy cómodo y te van a colocar 2 transductores: uno para monitorear la frecuencia cardíaca de tu bebé y otro para verificar tus contracciones uterinas, las de Braxton Hicks o podrán verificar si posiblemente ya inició tu trabajo de parto.
Antes de ponerte los transductores te pondrán algo de gel, como cuando te hacen una ecografía. Estos transductores los fijarán con unas bandas elásticas alrededor tuyo. También te darán un aparatico para que oprimas un botón cada vez que sientas un movimiento de tu bebé.
Esos transductores llevarán información al monitor que la mostrara gráficamente en un papel. Ese documento lo debes llevar al siguiente control prenatal para que tu médico verifique que todo esté saliendo bien.
Si dado el caso la enfermera encuentra algo fuera de lo normal, te enviará de inmediato a sala de partos para que recibas una valoración más completa.
¿Qué sentiré durante el monitoreo?
No sentirás dolor ni molestia alguna. Básicamente descansarás cómodamente durante el monitoreo. Debes quedarte muy quieta y tranquila durante los 20 minutos del procedimiento, estando muy atenta a los movimientos de tu bebé. Lo mejor es que podrás escuchar su latido cardíaco durante todo ese tiempo.
¿Debo tener preparación previa?
Realmente no requiere tanta preparación. Se recomienda que una media hora antes comas, ya sea el desayuno o una merienda. Es preferible que no vayas en vestido, sino con pantalón y blusa para poder descubrir completamente tu abdomen sin problema. Si quieres puedes ir acompañada, pero esa persona normalmente no ingresa contigo a la sala de monitoreo, sino que se queda en la sala de espera.
Si ya estás finalizando tu embarazo y aún no te han enviado el monitoreo fetal, pregunta al médico que esté llevando tus controles prenatales o a la enfermera que te esté asesorando en este momento.
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