Cuando hablamos del día del parto, generalmente, nos concentramos en la mamá: cómo debe estar preparada para ese gran día, qué debe llevar a la clínica, cómo hacerla que se sienta bien, etc. y casi siempre nos olvidamos de otro importante protagonista: el papá.
Y como mujeres queremos que nuestra pareja esté presente, que nos apoye, que nos de la mano, que corte el cordón umbilical, pero ¿qué debes tener en cuenta si tu pareja va a estar en el momento del parto? ¿cómo saber si está listo para ese momento? ¿qué no debe olvidar para que él pueda también disfrutar del nacimiento?
Tu pareja debe realmente desearlo
Puede que tú quieras tenerlo a tu lado, pero es posible que él no se sienta capaz de soportar la situación ya sea porque es una persona muy nerviosa, porque se altera fácilmente, porque es muy impaciente o simplemente, porque no tolera ver cosas tan normales en este tipo de procedimientos como las agujas o la sangre. Incluso, hay quienes no soportan ver a su pareja sufriendo y no poder hacer nada al respecto, lo que les produce estrés y frustración.
En este caso, el padre debe ser muy consciente de su estabilidad emocional para decidir, en compañía de la madre, si entra o no a la sala de partos. Para algunos hombres llega a ser más satisfactorio esperar afuera y recibir a su bebé con calma.
Lo que puede hacer tu pareja antes del parto
Anticipar al padre sobre lo que va a pasar en cada etapa del parto para que él no se lleve sorpresas es indispensable. Para ello es importante que como padre también realice el Curso Psicoprofiláctico, que sepa cuándo inicia el trabajo de parto, sepa qué hacer durante las contracciones, cómo ayudarte en ese momento y también qué no debe hacer.
Qué puede hacer en ese momento
Antes del ingreso a sala de partos es quien debe estar pendiente de cuestiones de papeleo, autorizaciones, saber qué entregar de tu maleta de parto, es decir toda la logística del ingreso a sala de partos, ya que tu vas a estar bastante ocupada con tus contracciones.
Ya en el parto tu pareja puede apoyarte con frases positivas, confiar en tu labor y en la de los médicos, realizar masaje sacro o puño presión, apoyarte con los ejercicios de yoga prenatal y distraerte para asegurar que tengas la mente relajada.
Qué no debe hacer
Cuestionar lo que estás haciendo, asustarte, decirte frases que te hagan sentir mal, estar más preocupado por enviar fotos o dar parte a la familia que de tu propio proceso, estar tan desentendido y desinformado que ni sepa qué hacer al llegar allí. Entrar en pánico cuando inicie como tal el trabajo de parto, las contracciones y el expulsivo o cuestionar o entrar en discusión con los médicos o las enfermeras.
Algo indispensable que debe tener en cuenta
Prepararse también para entender que los primeros días en casa con el recién nacido son bien demandantes, por lo que requieren toda la energía y la atención posible. Esto mientras se habitúan a su nuevo rol, a las nuevas particularidades del posparto y al aprendizaje de estar con un miembro más en la familia.
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