Seguramente ya habrás escuchado mil y una cosas alrededor del embarazo que te ponen a dudar sobre si son ciertas o no. Tu abuelita o tu tía, apenas te ven, te dicen que tienes barriga de niña o que no cruces las piernas en el embarazo porque se ahorca el bebé o por el contrario te sirven comida como para un batallón porque “debes comer por dos”.
Muchas de estas recomendaciones y consejos sólo se tratan de mitos en el embarazo. Creencias populares que han pasado de generación en generación y que no cuentan con la base científica suficiente para explicarlas por completo.
Hoy te quiero mostrar 3 mitos sobre el embarazo que nada tienen que ver con la realidad y que, por el contrario, pueden hacerte mucho daño:
Mito 1: Debes comer por dos.
Nada más falso que esto y nada que te pueda hacer más daño que esta frase. Si bien es cierto que los requerimientos nutricionales aumentan durante el embarazo, nunca estos requerimientos van a ser el doble de lo que necesitarías si no estuvieras embarazada.
Una mujer no embarazada debería consumir unas 2200 Kcal/día. Durante la gestación se debe aumentar sólo 350 a 450 Kcal/día, lo que se traduce finalmente, en una merienda o unas onces de más. Con sólo este aumento, se mantienen tus depósitos energéticos y estás asegurando el paso de nutrientes y energía para el desarrollo de tu bebé.
¿Y qué es lo peligroso de “comer por dos”? Pues que al aumentar excesivamente la ingesta de alimentos en el embarazo pones en riesgo tu salud y la de tu bebé. Un aumento excesivo de peso te hace más propensa de sufrir diabetes gestacional, requerir cesárea como vía para el nacimiento y que tu hijo tenga mayor riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares cuando sea un adulto.
Mito 2: Si tu barriga es en punta, es que vas a tener niño y, si se ensancha la cadera, es que vas a tener una niña.
El sexo de tu bebé para nada determina la forma que vaya a tener tu barriga durante el embarazo. Esto depende de otros factores como:
- Tu contextura: las mujeres altas suelen tener barrigas más pequeñas que las mujeres muy bajitas, ya que en las mujeres muy altas, el bebé tiende a acomodarse más hacia la cadera que hacia el exterior.
- Tu musculatura: si eres de las que hace mucho ejercicio y tus abdominales son muy fuertes, la barriga tiende a ser más punteaguda y más pequeña, pues los rectos abdominales hacen presión hacia adentro y no dejan salir tanta panza.
- Tus depósitos grasos: nuestra grasa se distribuye de manera diferente de mujer a mujer, algunas son más caderonas, otras suelen tener más grasa abdominal, así que el sexo de tu bebé no influye para nada en si te sale más cadera o más barriga en el embarazo.
A pesar de que esto sea parte de los mitos en el embarazo, es muy divertido ver cómo nuestras abuelitas o tías tratan de adivinar si será niña o niño con sólo ver nuestra panza.
Mito 3: Si te dan muchas agrieras durante el embarazo es porque tu bebé va a ser muy peludo.
Si esto fuera cierto, más de una embarazada tendría a Chewbacca. Las agrieras durante el embarazo no dependen de si tu bebé tiene mucho o poco cabello.
Las agrieras se dan por factores hormonales como el aumento de la progesterona que relaja el cardias y permite el paso de jugo gástrico desde el estómago al esófago, también hace el tránsito intestinal más lento por lo que la comida tiende a permanecer más tiempo en el estómago.
A medida que avanza tu embarazo, la presión que ejerce tu útero en crecimiento sobre el estómago libera jugo gástrico y te hace sentir esa sensación de quemazón.
Mito bono: si no cumples tus antojos, tu niño nacerá con la boca abierta.
Creo que este mito no tengo que explicarlo ¿cierto?
Filtra muy bien estos mitos y creencias, sin importar de quién vengan, ya que pueden confundirte, hacerte sentir mal, o preocuparte por cosas que nada tienen que ver con la realidad.
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