El yoga para embarazadas te ayudará a prepararte para los cambios propios del embarazo, hará que tengas un mejor control de la respiración durante el parto y te ayudará a que tu cuerpo esté preparado para la llegada del bebé a casa.
El yoga es una disciplina milenaria que tiene como principio fundamental la unión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Ella pretende armonizar estas 3 esferas para sacar el mejor provecho de ti misma.
Es muy seguro y recomendable que practiques yoga durante el embarazo por sus grandes beneficios y ventajas. Pero como todo en la vida, también tiene sus precauciones y contraindicaciones.
Beneficios del yoga para embarazadas
- Es un ejercicio de bajo impacto. El se basa en que las posturas y los movimientos los hagas de acuerdo a tus propias capacidades y a lo que tu cuerpo te permita.
- Es un ejercicio progresivo que puedes ir haciendo de a poco. Si lo practicas con regularidad notarás los avances con cada sesión.
- Mediante el control y manejo de la respiración, el yoga para embarazadas hace que aproveches al máximo el oxígeno que recibes, lo que se traduce en beneficios para tu bebé durante el embarazo.
- Podrás aprender diferente tipos de respiración que te serán útiles en las diferentes fases del parto. También el control de la respiración te ayudará a disminuir el dolor de las contracciones.
- Practicar yoga prenatal favorecerá la conexión mamá – bebé, permitiendo momentos únicos claves para el desarrollo neurológico de tu hijo.
- Disminuirás ese terrible dolor de espalda y cadera que se produce durante el embarazo, sobre todo, en el último trimestre.
- Ayuda a que regules tu tránsito intestinal, por lo que podrán disminuir las náuseas y los vómitos del primer trimestre, así como también el reflujo del tercer trimestre.
- Al estar relajada, tranquila, sin dolor y con técnicas adecuadas de respiración, podrás dormir mucho mejor y descansar tranquila, permitiéndote recargar energías para las actividades diarias.
Practicar yoga para embarazadas regularmente, fortalecerá la musculatura de tu espalda, cadera y piernas para permitirte adoptar mejores posturas y disminuir el dolor.
Pero como te lo decía al comienzo, el yoga también tiene sus precauciones y contraindicaciones
Existen algunas posturas en el yoga que definitivamente no puedes hacer como embarazada. Posturas boca abajo, inversiones, algunas torsiones o aquellas que te hagan permanecer mucho tiempo sobre tu espalda no son recomendables.
Si tu embarazo es considerado como uno de alto riesgo por tu médico tratante, debes tener mucha precaución al practicarlo. Te recomendamos que siempre le indiques a él tu intención de practicar yoga, para que entre los dos puedan llegar a acuerdos que vayan en beneficio de tu salud y de tu bebé.
Busca siempre que las clases las dicte un profesional que esté certificado en yoga prenatal. Una embarazada es un ser especial que requiere cuidados particulares, por lo que la persona que va a dictarte las clases debe conocer estos cambios para darte los mejores beneficios a ti y a tu bebé.
Y ahora si a practicar
Aprende 3 posturas de yoga con las que puedes empezar a crear tu rutina diaria.
1. Conéctate con tu respiración
Sentada con la espalda recta, cierra los ojos y realiza 3 respiraciones profundas. Siempre tomando el aire y expulsándolo por la nariz.
2. Equilíbrate
De pie con las piernas a lo ancho de los hombros, dobla una rodilla y pon la planta del pie ya sea sobre tobillo, bajo la rodilla o lo más cercano a la ingle. Sin perder el equilibrio toma aire y eleva los brazos; al expulsar el aire ve bajando los brazos. Repite 3 respiraciones con cada pierna.
3. Relájate
Adopta esta postura para relajar completamente la espalda. Separa las rodillas para hacerle espacio a la barriguita. Realiza 3 respiraciones profundas estando en esta posición.
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