Uno de los grandes acontecimientos en la vida de las mujeres es el embarazo. Aunque para algunas de nosotras llegar a quedar embarazada no es un camino fácil.
El lograr un embarazo a término, muchas veces se vuelve una carrera cuesta arriba y difícil de sortear. Si este es tu caso no te angusties, con amor puedes encontrar una solución.
Cuando estaba embarazada solían preguntarme en reuniones familiares o en la oficina cómo me había enterado que estaba embarazada,
¿Qué había sentido?
¿Qué habían dicho mi esposo y mis papás?
¿Cómo había sido todo?
Para mí, al igual que la mayoría de las madres, quedar en estado de embarazo fue lo más maravilloso del mundo. Con mi esposo siempre hablamos del deseo que teníamos de ser padres y no queríamos postergarlo. Pero no fue tan fácil como imaginamos, tuvimos que intentarlo por un año.
Fue un año duro y lleno de miedos, incertidumbre y en ocasiones lleno de rabia.
Siempre creí que siendo una mujer sin antecedentes, quedar embarazada sería como normalmente debería suceder: dejo de planificar, mi ciclo menstrual se regula y quedo embarazada de inmediato. Nunca pensé que debería pasar un año de visitas constantes a la ginecóloga, examen tras examen de laboratorio, ecografías y medicamentos.
Sumado a esto la presión social por que tuviéramos un bebé era estresante, todo el mundo me preguntaba:
¿Para cuándo?
¿Todavía nada?
¡No lo están haciendo bien!
Pero lo más difícil fue realizarme pruebas y pruebas de embarazo negativas. Resulta que fui diagnosticada con síndrome de ovario poliquístico y por esa razón tenía mis niveles hormonales hechos un desastre. Los indicadores que tenían que estar bajos estaban por los cielos y por eso no quedaba embarazada.
Después de cada tratamiento esperaba con ansias cualquier indicio de embarazo: Retraso menstrual, Dolor en los senos, Cambios de humor, Náuseas, etc. Estaba más pendiente que nunca de mi cuerpo, casi obsesiva. Con cada prueba de embarazo negativa me iba llenando más de miedo, de inseguridad, de ese sentimiento de no ser capaz, sentía que estaba desilusionando a mi esposo y a todos los que esperaban que quedara embarazada.
Finalmente llegó el resultado que esperábamos, la prueba salió positiva. Había llegado a nosotros la mejor noticia del mundo. El bebé que tanto anhelábamos y queríamos venía en camino. Fue lo mejor. En mi caso el camino no fue fácil, en ocasiones resulta mas largo el proceso, sin embargo, siempre tuve cosas muy importantes que me ayudaron a no desfallecer y a seguir con todos los ánimos puestos para iniciar esta aventura de ser mamá.
A continuación te enumero las 3 cosas que fueron fundamentales para lograr ese estado maravilloso del embarazo:
Apoyo de tu pareja
De a dos las cosas son mejor. La comprensión, ayuda y apoyo de tu pareja son vitales para que se mantenga la ilusión, el buen ánimo y la seguridad. Es fundamental mantener el amor intacto, el apoyo y mantener esa ilusión de ser padres intacta. El amor cumple sueños.
Consulten al especialista
Tu y tú pareja deben realizarse un chequeo médico. Como la tarea de procrear es de dos pues la revisión también debe ser para los dos. Un ginecólogo y un urólogo especialista en reproducción te pueden ayudar a saber cómo está tu cuerpo y encontrar la mejor solución para conseguir un embarazo sano.
Disminuye las tensiones
No hay nada más estresante que la propia presión que tú te puedes poner y, sumado a esto, no falta la presión externa. Relájate, tranquilízate, conócete y compréndete. Es bien sabido que la mente es poderosa y que influye en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Como dicen las abuelas “todo a su debido tiempo” y “cuando Dios quiera, el tiene el momento exacto”.
El ser mamá es una labor maravillosa y llena de satisfacciones. Pero el ser esposa, hija, hermana y amiga también lo es. Disfruta de tu estado y sácale el mejor provecho a tu día a día. La vida está llena de pequeños detalles que nos hacen feliz y sea lo que sea que quieras, cuando ha de ser llegará.